¡YA VOLVÍ! ??

José Luis Reyes

Volví después de 21 meses o mas exacto, 638 días a las Redes sociales. Me fui por completo, me desconecté, modo avión, offline…. y quiero contarte por qué me fui, lo que aprendí, qué pasó durante este tiempo, y también, por qué volví.

La verdad, es que he tenido una vida muy bendecida, he conocido muchas personas, muchos lugares, he tenido grandes experiencias que me han llenado de grandes satisfacciones. Tengo una familia y amigos que amo y una empresa exitosa que atiende a más de medio millón de personas por año con un gran impacto social.

Entonces… ¿Por qué me fui?

Siempre he pensado que el “Año Nuevo” es el día que cumples años ¡claro! Para cada uno de nosotros el año nuevo, es cuando naciste, porque comienzas un nuevo ciclo en tu vida (y no realmente el 31 de diciembre) y esto lo he comprobado en mi.

El 28 de octubre del 2015 (mi cumple número 28) gané la competencia mundial de emprendedores en Estados Unidos. Dicen que tu “Cumpleaños de Oro” es el día que cumples la cantidad de años del día de tu cumple, es decir 28 de octubre, cumplir 28, era mi “Golden Birthday” y claro, ese día increíblemente, gané la competencia entre 67 países con un premio de $100,000 Dólares. Y el siguiente año, el 28 de octubre del 2016 había sido seleccionado en el programa de la Casa Blanca, iniciativa de Barack Obama, y justamente ese día, tuve una experiencia de Home Staying en la que me quedé a vivir con una familia de Estados Unidos, y viví una gran experiencia. Y entonces, el 28 de octubre del 2017 sabía que venía algo muy importante en mi vida, mi cumpleaños número 30 y tenía nuevamente, que significar algo más que solamente mi cumpleaños.

Venía mi cumpleaños número 30, “tenía” que hacer algo grande, algo especial, un gran evento. Justamente, en ese lapso de organización, me llegó una gran noticia, la invitación directa del presidente Barack Obama a participar en el lanzamiento de la Fundación Obama en Chicago como Community Leader / Líder de Comunidad; evento que se realizaría dos días después de mi cumpleaños y 7 días antes de mi fiesta. Así que tenía mucho por hacer, por preparar y por organizar (claro, además de dirigir mi empresa en el día a día). Volé a Chicago y el primer día, antes del evento de la Fundación Obama, decidí cómo todos los días hacer ejercicio antes de comenzar mis actividades (6am). La “rutina” se volvió algo completamente fuera de rutina al ver a Barack Obama entrando al gimnasio del hotel a entrenar, saludo a las 5 personas que estábamos ahí y comenzó con sus ejercicios que su entrenador personal le estaba diciendo. Me acerqué, hablamos de los jóvenes en México, y al querer tomar una foto y me dijo que NO, por lo que me sorprendí y me dijo “guarda este momento para ti” no comprendí mucho la razón, pero acepté y al final fue el quien se acercó a despedirse de las únicas 2 personas que estábamos aún en el gym.

La verdad, un poco sacado de onda, terminé recibiendo un mensaje y reflexionando que a veces la vida te manda momentos que son solamente para ti.

Más tarde al comenzar el evento, me senté justo primera fila, justo en medio, el mejor lugar que pudiera yo querer y entonces entró Barack y Michelle Obama desde el escenario a tomar su lugar como oyentes para que comenzara el evento. Para mi solo resonaba esa frase de Obama en mi mente “guarda ese momento para ti”.Cuando dio sus primeras palabras, puso reglas para todos los invitados (literalmente de todo el mundo), 3 reglas entre las cuales, estaba que no podíamos tomarnos ninguna “selfie” ni con Barack ni con Michelle. Continuó el evento por 3 días (increíble experiencia) y los 3 días ahí estaba, el expresidente entrenando y conversando con los que teníamos el interés de levantarnos temprano, ir al gimnasio y de paso, estar y conversar con él.

Entonces, volví a México, llegó el día de la fiesta de 30 años, en donde invité a mis principales amigos y mi familia (65 personas) a que me acompañaran a un viaje en la playa (mi lugar favorito), en la que, como parte de la temática del evento, hicieron un performance en un baile prehispánico y me hicieron un ritual de “vuelta al sol”. Los bailarines comenzaron a bailar haciendo referencia al sol, al mar, y dentro de ese performance me pusieron al centro y pidieron que los invitados me pusieran su mano encima de mi cuerpo y me transmitieran la “buena vibra” para lo que venía en mi vida.

No soy muy místico y no sé si realmente fue ese momento, pero al volver; había algo que había cambiado en mi para siempre, sabía que cumplir 30 años significaba algo muy importante en mi vida. Había logrado muchas cosas, en realidad todo lo que me había propuesto, ganar premios internacionales de emprendimiento, ganar dinero, generar una empresa exitosa, tener más de 100 personas trabajando en mi empresa, salir en tele, revistas, dar conferencias.

Pero dentro de mi, sabía que había algo más… que tenía que ir más allá, del mundo material, de la subjetividad, de las redes sociales… quería entender más de la vida, de MI vida, de guardar momentos solo para mi, de disfrutar la vida, de tomar fotos con mi mente y no con el selfie stick… tenia que hacer y vivir de manera diferente; ese era mi momento especial de 30 años, madurar, comprender y viajar.

Así que decidí que tenía que hacer un viaje lejano… pero no me tuve que ir al Tíbet o a Malasia para conocer el origen de la felicidad, como en las películas en donde encuentran “la paz interior” viajado por el mundo; simplemente agarré mi celular y borré en ese momento y por los siguientes 22 meses, mi Facebook, mi Instagram, mi Twitter; empezando el más largo, interesante y profundo viaje de mi vida; un viaje hacia mi mismo, de estar conmigo en todos los días, en todos los momentos, de lograr cosas solo para mi y de vivir cosas increíbles solamente para mi.

De repente, me desconecté de todos mis amigos quienes poco a poco me fueron preguntando porque ya no publicaba nada en las redes y simplemente decía “me salí de redes”. La gente sabe que nunca he sido una persona completamente normal, por lo que muchos entendieron mi decisión tan tajante de dejar redes de un día para otro.

¿Qué hice este tiempo?

• Pasé 21 meses conectando tan conmigo, que, de hecho, quite notificaciones de mi celular en pantalla bloqueada (solo me llegan llamadas).
• Leí 78 libros, de gestión de empresas, de psicología, de finanzas, de autoconocimiento.
• Llevé a mi empresa a una consolidación exitosa operativa y financiera de manera histórica.
• Hice meditación todas las mañanas de todos los días (638 días aproximadamente)
• Empecé a escribir un libro que muy pronto publicaré.
• Estuve en muchos eventos, conferencias y lugares, cada uno de ellos los disfruté de manera extraordinaria.
• Llevé una práctica de gratitud (todos los días escribo una o dos cosas de las que estoy agradecido y las tengo guardadas en un “bowl de gratitud”).
• Entendí mi vida, mi propósito.
• Valoré cómo nunca a todas las personas que están realmente presentes en mi vida.

Logré muchas cosas, que quedaron solo en mi, solo para mi.

¿Qué aprendí?

Aprendí muchísimas cosas, y pudiera escribir mucho más de lo que puedo describir aquí, pero para hacerlo más resumido, pongo estos puntos que son los más relevantes de mi experiencia:

1. Lo más importante en esta vida es aprender pasar tiempo con uno mismo. No es estar solo, es estar conmigo. Eres la persona con la que más tiempo pasas y pasarás en tu vida, es importante conocerte, escucharte, cuestionarte y reflexionar claramente quién eres, qué quieres y, sobre todo, qué te hace feliz, a ti y hacerlo todos los días. Los amigos físicos o virtuales pueden estar o no estar, la familia puede estar o no estar, pero la única persona que siempre estará en tu vida, eres tú; es la relación más importante que debemos aprender a desarrollar y a disfrutar
2. A veces la vida te manda momentos que son solo para ti. Por naturaleza humana buscamos pertenecer a grupos sociales y eso es lo que hace que, como seres humanos tecnológicos, al ver un gran paisaje, un buen concierto o una gran experiencia; pensemos en compartirla antes de disfrutarla y guardarla y grabarla en la memoria humana, que al final, es lo único que nos llevaremos.
3. Las personas realmente importantes en tu vida no necesariamente están en las redes sociales. Puedes conocer nuevas personas, puedes ver tanta gente a tu alrededor que no están en tu teléfono, personas que están alrededor todo el tiempo, disfrutarlos, conocerlos, saludarlos y aprender a vivir la vida real que es la que tenemos en modo offline.
4. Las redes sociales nos pueden llenar de tanta energía, motivación y compromiso, pero también nos pueden mentir y hacer sentir menos, deficientes, insuficientes al ver cómo la vida de otras personas está siendo “mejor” que la tuya. Cuando vives una vida sin comparaciones, te das cuenta que tienes una vida extraordinaria, que realmente no te “falta” nada, porque la medida de tu vida, es tu vida.

¿De qué me perdí?

Claro que me perdí de muchas, muchas cosas, cumpleaños importantes, bodas, invitaciones, todo el show de los candidatos presidenciales en México (por lo que tenía que literalmente investigar, leer y buscar sitios de información para tener un voto informado), de amigas que tuvieron hijos y nunca me enteré (hasta que me las encontraba con el bebé jaja), no entendía los chistes de memes, de ladies y lords que salieron en este lapso… y claro, me perdí de todos las millones de publicaciones de momentos, viajes, día a día de todos mis contactos. No supe nada de nadie por redes sociales en 21 meses.

Pero entonces, ¿por qué volví?

Porque también entendí que existe una vida en redes que te conecta y acerca con aquellas personas que físicamente no pueden estar contigo siempre y que, así como tú quieres saber de ellos, ellos quieren saber de ti.

Entendí también que es importante saber qué pasa en el mundo, porque seguramente yo puedo hacer algo por alguien del otro lado y en modo “offline” no sé si puedo aportar o apoyar a alguien que necesite de mi ayuda.

Como escribí anteriormente, durante este tiempo estuve en muchos eventos y conferencias y la gente se acercaba a preguntarme mis redes sociales para estar en contacto y yo, pues decía que no tenía redes hasta que llegó otra señal de vida… Facebook me hizo una invitación a sus Headquarters en California para después ir al F8 (Congreso anual de Facebook) en donde emprendedores, empresarios, inversionistas de todo el mundo, se reúnen para escuchar conferencias, talleres y cursos de parte del gran equipo de Facebook, así como para conocer las iniciativas de Facebook, Instagram, Whatsapp, Oculus y Messenger, presentados personalmente por Mark Zuckerberg, fundador y CEO de Facebook. Fue una gran experiencia para mi, estar en este evento en mayo del 2018, conocer a tanta gente, tanta tecnología, tantos expertos y sabía que había llegado el momento de volver, que estaba listo y que tenía ahora, la gran responsabilidad de volver, porque ahora tengo mucho más que compartir, experiencias, conocimientos y perspectivas nuevas, que ahora lo haré mucho más maduro, de manera profesional para compartir todo aquello que he pasado y lo que está aún por venir.

Junto con esto, otro factor detonante para volver, fue que me invitaron a dar una plática en TEDx, organizado por la Universidad Panamericana Guadalajara. Preparé mi presentación que ahora la pueden ver en joseluisreyes.mx/tedx , y cuando terminó la presentación las personas me dijeron que querían seguir otras pláticas mías en redes y nuevamente, contesté que no tenía redes, así que  entendí que es momento de volver, que tengo mucho que compartir, que sigo aprendiendo, pero sobre todo que siento ahora la responsabilidad de demostrar y compartir cómo hacer para que realmente podamos lograr lo que nos propongamos en nuestra vida. 

Agradecido con la vida y con todo lo que me ha dado, me siento feliz pleno y con mucha responsabilidad de compartir todo lo que he aprendido, conocido y vivido. Así que, get ready ‘cause I’m back! (listos que ya volví!)

¡YA VOLVÍ! ??

José Luis Reyes